Caparra es famosa y conocida por su arco que aún queda en pie, pero ¿Es la ciudad tan solo eso? La respuesta es no. Ciudad estipendiaria primero, municipio de pleno derecho después, y recordatorio finalmente de tan abundante pasado romano, Cáparra es junto a Mérida uno de las ciudades más importantes de las que había a este lado de la Lusitania, un lugar de paso obligado en el trayecto norte-sur que hoy conoceremos un poco mejor.
Tras la expansión que Roma vivió en el oeste peninsular, hubo ciudades que, bien por oposición o bien por aceptación, quedaron vacías o introducidas en el mundo de los conquistadores. En un principio Cáparra aceptó la dominación en una fórmula conocida como el estipendio, por la cual conservaban gran parte de su independencia a cambio del pago de unos impuestos especiales y el suministro constante de tropas a las legiones romanas.
El arco en sí es único en España, debido a su forma cuadrática, con cuatro puertas, que sin duda era una importación cultural de otros rincones del Imperio. Pero no debemos quedarnos solo en ese aspecto de Cáparra, pues junto a este arco, centro neurálgico de la ciudad, se encuentran otra serie de edificios que dan valor y nos ponen en la situación de una zona rica y poderosa. Junto a él podemos encontrar las termas, divididas en estancias para el recreo, la bodega, y las oficinas.
Con toda esta historia detrás, se hace difícil no planear un viaje hasta aquí, el cual por el sencillo recorrido y la buena señalización es sin duda una buena alternativa a cualquier fin de semana. Conduciendo por la A-66, actual Ruta de la Plata, y tomando el desvío Guijo de Granadilla – Oliva de Plasencia, las indicaciones te conducirán rápidamente hasta el lugar, donde además se pude encontrar un Centro de Interpretación para conocer más detalles e historias de tan milenaria ciudad.. ¡Hasta mañana amigos!
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